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SE LES PIDE A LOS LECTORES QUE VEAN ESTA ENTRADA LENTA Y DETENIDAMENTE TOMENSE SU TIEMPO Y VEAN TODOS LOS ENLACES DESPUES DE ESO PORFAVOR DIVURGENLO POR TODOS LOS SITIOS POSIBLES.
PARTE 1

La Gran Mentira del 11S


LA GRAN MENTIRA


Cuando alguien comienza a investigar una “Teoría de Conspiración”, normalmente el investigador esta solo y raramente es escuchado, ya que son pocos los que pueden o quieren leer entre líneas cuando algo importante ocurre en su entorno. Cuando el “teórico de la conspiración” comienza a encontrar las primeras evidencias, entonces unos pocos comienzan a escucharle y es posible que también se le unan en la causa. Si “el caso” sobrevive a los primeros escrutinios y críticas; si la lista de evidencias sigue creciendo y están respaldadas por una investigación seria y por personas competentes, entonces el caso en cuestión se masifica y la teoría de conspiración pasa a ser una “conspiración”.

Cuando comencé mi investigación sobre el 11-S, también pasé por esa situación. Pensé que los únicos que se estaban haciendo preguntas al respecto eran los familiares de la víctimas e investigadores en los Estados Unidos, más unos pocos en Francia e Italia. Pero a medida que seguía buscando información, me fui dando cuenta de que en todo el mundo se están formando grupos que están exigiendo respuestas, que no se tragan esta gran mentira y que quieren llegar a la verdad a como de lugar. Este movimiento se agrupa bajo el nombre de “9/11 for Truth”. Es sólo cuestión de ingresar esta frase en Google, para darse cuenta del alcance que esta teniendo este movimiento en el mundo. Al momento de escribir este artículo, ya aparecen en el buscador más de 900.000 artículos relacionados.

Afortunadamente, también hay un grupo en Madrid (9/11truthmadrid.org) que se ha transformado en una asociación legalmente constituida. Hace un par de meses atrás logré contactarles y junto a ellos, he podido seguir avanzando y buscando la forma de involucrar al gobierno español en esta búsqueda de respuestas, como lo esta haciendo ya, el gobierno Japonés. Ahora, como secretario de la asociación, debo hacer lo posible para difundir los datos que vamos recopilando, unir a más gente que sienta el deber moral de hacer algo y así ser una fuerza que nos permita presionar por más respuestas. Dentro de las víctimas del 11-S, también hay una ciudadana española por lo que el gobierno de este país puede perfectamente solicitar más información o una investigación más completa, que la mediocridad que se ha hecho como investigación hasta el momento. Me gustaría que en Chile, mi país natal, también ocurriera lo mismo ya que hubieron muchas victimas chilenas, pero hasta donde se, aun no hay un movimiento fuerte ahí.

Por su parte, la administración Bush y los Neo-conservadores en general no dan su brazo a torcer. La única vez que se le pidió a George W. Bush que declarara sobre los atentados del 11-S, él exigió que las preguntas fueran hechas en secreto, que nunca se publicara el contenido de sus respuestas, que cuando fuera a declarar, lo hiciera acompañado por Dick Cheney (quien también está implicado) y que no les obligaran a declarar bajo juramento (esto lo pueden ver en el documental que aparece al clickear el banner que esta al final de este blog, el que dice “9/11 press for Truth").

A continuación, en una breve lista, examinaremos esos primeros fallos que no encajan con la “versión oficial” y que transformaron en una primera etapa, el caso del 11-S en una “Teoría de Conspiración”.

Cada frase o palabra que aparece en azul, es un vínculo que al darle un click, amplia la información sobre el contenido del párrafo, con videos, fotos o informes. Recomiendo abrir cada vínculo en una nueva ventana, para no perder el contenido del texto (botón derecho del mouse (ratón) sobre la palabra -> abrir en una nueva ventana).

La Torre 7

-¿Por qué se cayó el World Trade Center 7 (WTC 7), un edificio de 47 pisos hecho de acero y hormigón, a las 17:20 horas si no fue impactado por ningún avión, no tenía daños graves, ni tampoco tenía incendios que comprometieran su estructura principal?

La explicación oficial es que fue por los incendios.

-¿Cómo es posible que por un incendio en algunas plantas y sólo en dos de los costados del edificio, esta torre colapsara por completo y en forma simétrica, igual que en una demolición controlada?

Como dato adicional, nunca en la historia se había caído un edificio a causa de un incendio. La torre Windsor de Madrid ardió por completo más de 20 horas y no se desplomó. Las torres WTC 3, 4, 5 y 6 estaban más cerca, recibieron más daño y no se cayeron.

-¿Por qué una periodista de la cadena BBC, dijo en vivo y en directo que se había desplomado el WTC 7, 20 minutos antes de que eso ocurriera?

El video lo pueden ver en Youtube (Ya lo han suprimido)

El Pentágono

-¿Por qué en el frontis del Pentágono solo había un agujero de 5 mtrs. de diámetro justo después del impacto de un Boeing 757 con una envergadura de 38,05 metros?

Es lo que se ve en las fotos oficiales antes del desplome en esa sección del edificio.

-¿Por qué el FBI ha mostrado sólo las imágenes captadas por una cámara, en donde no se ve que es lo que impacta el edificio y no ha querido mostrar las imágenes que captaron el atentado desde otras cámaras en el mismo edificio y que estaban en mejor posición, o las imágenes que fueron grabadas desde los alrededores como el Hotel Sheraton que apuntaban justo en esa dirección?


Todos los videos fueron incautados por el FBI y nunca han querido mostrarse públicamente. Si el gobierno norteamericano quisiera acabar de una vez por todas con las teorías de conspiración, bastaría que mostrara uno solo de estos videos en donde se vea claramente el avión estrellándose. ¿Por qué no lo ha hecho?.


-¿Por qué nunca apareció ninguna sección identificable del Boeing 757 entre los escombros?

No había ninguno de los típicos escombros que quedan después de un accidente aéreo. Ni asientos, ni equipajes, partes del fuselaje o de los motores que están hechos de aleaciones casi indestructibles. Incluso en accidentes más violentos, como los impactos contra montañas (que son bastante más duras que un edificio), siempre quedan todo este tipo de escombros.

¿Por qué el daño en el Pentágono no es ni lejanamente comparable con el daño sufrido por las Torres Gemelas?

El Boeing 757 que supuestamente impactó el Pentágono, es casi del mismo tamaño que un 767, volaban prácticamente a la misma velocidad y llevaban similar cantidad de combustible.

Las Torres Gemelas

-¿Por qué hay tantos testigos que escucharon explosiones antes y durante los atentados en pisos mucho más abajo de la zona de impacto de los aviones, incluidos los subterráneos?

Qué es lo que estallaba, ¿los escritorios y las sillas de oficina?

Los testigos son civiles, policías, bomberos y periodistas de CNN, FOX News y otras cadenas que estaban en el lugar y lo comentaron en vivo.

Video amateur exclusivo de algunas explosiones, fijarse con detención en la sección más alta del edificio, unos metros más abajo de donde sale el humo, en el segundo 44 del video. También se percibe el audio de las detonaciones.

Las mismas detonaciones desde otro ángulo.

-¿Por qué las torres se demoraron aproximadamente 10 segundos en llegar completamente al suelo desde que comienza el colapso de cada una?

Si se hubiera lanzado una bola de billar desde la azotea de cualquiera de las torres, esta se habría demorado aproximadamente 10 segundos en llegar al suelo en caída libre, sin ningún tipo de resistencia. Físicamente es imposible que las torres se demoraran en caer casi lo mismo que en una caída libre, si tenían la resistencia de miles de toneladas de acero y cemento que soportaban el peso de toda la estructura hacia arriba en cada piso… según los cálculos de los ingenieros que han investigado por su cuenta, el tiempo de caída debió ser de al menos 80 segundos. ¿explosivos dentro del edificio?

-¿Por qué no quedo nada del núcleo de columnas de acero de las torres si estas no formaban parte de las vigas que cedieron?

El núcleo central de las torres estaba formado por 48 pilares de acero. Las vigas que cedieron se afirmaban de estos. Lo que los expertos no entienden es por que se aplastaron también las columnas cuando solo debió caer la parte externa de las torres.

-¿Por qué muchas de las columnas estaban cortadas en diagonal si se supone que cedieron ante el peso?

En una demolición controlada, se cortan las columnas principales del edificio para que este caiga en la dirección deseada.

-¿Cómo es posible que se encontrara el pasaporte intacto de uno de los terroristas que iban en los aviones?

Los miles de litros de combustible de los aviones pudieron derretir el acero de las torres, pero no quemar un simple pasaporte ¿¿¿???. Pues el informe oficial dice que el pasaporte de uno de los terroristas salió del bolsillo de unos de estos, de alguna forma logró salir del avión, pasó a través de una bola de fuego de cientos de grados centígrados, para aparecer luego intacto entre los escombros…. sin comentarios.

Bush

-¿Por qué George W. Bush se quedó sentado sin hacer nada cuando fue informado de los atentados?, ¿Por qué no le sacaron rápidamente de la escuela y lo pusieron a salvo en algún bunker?

Como se puede ver en el documental ganador de la Palma de Oro “Fahrenheit 9/11” de Michael Moore, Bush estaba en una escuela en Florida, sentado en una sala llena de niños al momento de los atentados. Se estaba produciendo un ataque contra el país y la ubicación del presidente en ese momento era de conocimiento público. La reacción normal del servicio secreto, ante la posibilidad de que Bush también fuera un blanco, era la de sacarlo del lugar lo mas rápido posible, para evitar también poner en riesgo la vida de los niños. Pero en vez de eso, sólo se queda sentado con la mirada perdida sin que nadie haga algo por protegerles. ¿Ya sabían que él no iba a ser un blanco de los “terroristas”?

En el minuto 1 del video, es cuando Bush es informado del impacto de uno de los aviones contra las torres. Algo extraño es el tiempo que demora su ayudante en informárselo. He tomado el tiempo con un cronómetro y son aproximadamente 2 segundos. ¿En 2 segundos alcanzas a explicarle al Presidente de la nación que se ha estrellado un avión contra el World Trade Center en Nueva York?. ¿Y el presidente no se preocupa por, al menos, pedir más información?. ¿Por qué no hay ninguna respuesta por parte de Bush al catastrófico evento que le acaban de informar?.
La frase más corta que se me ocurre es "A plane has crashed into the World Trade Center", pero no logro decirlo en 2 segundos, siempre me paso. O será que le dijo algo así como: "the plane has crashed" (el avión se ha estrellado) lo que implicaría que él ya sabe el resto de los detalles... ó "It's Done" (Esta hecho) ¿?

-¿Por qué se destinaron sólo 3 millones de dólares para investigar el atentado más grande en la historia de los Estado Unidos?

Luego de muchas críticas de los familiares de las víctimas, subieron el presupuesto a 14 millones. Para los escándalos sexuales de Clinton, se gastaron más de 100 millones de dólares.

...estas son solamente las preguntas iniciales que se hicieron los primeros investigadores que comenzaron a leer entrelineas los informes de la administración Bush sobre los atentados. La lista continúa con más de 100 fallos en la historia oficial, que fueron apareciendo al ahondar en los datos y que todavía están sin aclarar. Parte de estos últimos los analizaremos en el próximo artículo.

Aquí también dejo un par de vínculos importantes con la lista de grupos de profesionales que apoyan el movimiento “9/11 for Truth” y que incluyen a Ingenieros de todo el mundo, Arquitectos, Físicos, Veteranos de guerra, Pilotos, Estudiantes, Periodistas y un largo etcétera.



También les dejo el informe que preparó norteamericano Steven E. Jones, doctor en fisica y profesor de la facultad de física y astronomía de la Universidad Brigham Young, para entregar al congreso en E.E.U.U.


Esta es su páginahttp://stj911.org/

¡No permitamos que nos sigan mintiendo y utilizando!, ¡difunde esta información entre tus familiares y amigos para que un magnicidio como este no vuelva a ocurrir!
¡Desenmascarar el fraude del 11-S, es un deber moral para todo el mundo!
Investiga y busca la verdad, por que la verdad nos hará libres
PARTE 2
La Gran Mentira del 11S II


11/9: Entrevista exclusiva a Kurt Sonnenfeld
El testimonio del camarógrafo oficial del gobierno de EEUU que filmó los restos de las torres gemelas el 11/S contradice la versión oficial de Washington

por Red Voltaire


El camarógrafo oficial del gobierno de los EEUU que filmó el Ground Zero, es decir la zona del desastre de la torres gemelas en New York que se derrumbaron el 11 de septiembre 2001 da testimonio de cosas sorprendentes. Filmó 29 películas durante un mes: «Lo que yo vi ahí en ciertos lugares y en ciertos momentos… ¡es muy raro y perturbador!». Él nunca entregó esas imágenes a las autoridades de su país para guardarlas como pruebas contrarias a la versión oficial y desde entonces es perseguido por Washington. Kurt Sonnenfeld se ha refugiado en Argentina en donde ha publicado un libro: «El Perseguido». Entrevista exclusiva para la Red Voltaire.

Kurt Sonnenfeld junto a un especialista socorrista no identificado en los restos y descombros subterráneos de la «Zona Cero» («Ground Zero» en inglés) de las torres gemelas derrumbadas en New York poco después del 11 de septiembre de 2001.
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Kurt Sonnenfelf, graduado de la Universidad de Colorado (Estados Unidos), hizo estudios de relaciones internacionales y economía, así como de literatura y filosofía. Trabajó para el gobierno de Estados Unidos como camarógrafo oficial de videos y director de las operaciones de divulgación audiovisual del equipo de intervención de urgencia para la Agencia Federal de Situaciones de Urgencia (FEMA).

Kurt Sonnenfeld también trabajó bajo contrato para diversas agencias gubernamentales y programas para operaciones confidenciales y «sensibles» en instalaciones científicas y militares, en territorio estadounidense.

El 11 de septiembre de 2001, la zona conocida como «Ground Zero» fue cerrada al público. Pero Sonnenfeld tenía libre acceso a ese sector, lo cual le permitió documentar la investigación (que nunca se concretó) y proporcionar imágenes «decantadas» a prácticamente todos los canales informativos del mundo. Las grabaciones que revelan la existencia de ciertas anomalías que descubrió en Ground Zero siguen en poder de Sonnenfeld.

Acusado, conforme al guión de una maniobra montada de antemano[como el caso del periodista Garry Webb] –lo cual resulta evidente a la luz de hechos posteriores–, se le acusó falsamente de haber cometido un crimen, crimen que nunca tuvo lugar, Kurt Sonnenfeld ha sido perseguido a través de dos continentes. Al cabo de años de miedo, de injusticia y aislamiento, se decidió a pronunciarse públicamente en contra de la versión oficial del gobierno estadounidense, y declara que está dispuesto a someter los documentos que tiene en su poder a un detallado examen por parte de técnicos independientes y confiables.


Kurt Sonnenfeld.
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Entrevista


Red Voltaire: Su libro autobiográfico «El Perseguido» fue recientemente publicado en Argentina, donde usted vive como exilado desde el año 2003. ¿Quién lo persigue?


Kurt Sonnenfeld: Aunque es una autobiografía, no se trata de la historia de mi vida. Como me convertí en un testigo incómodo después de mi trabajo en Ground Zero, [el libro] es más bien el recuento de los extraordinarios sucesos por los que hemos tenido que pasar, mi familia y yo, por causa de las autoridades estadounidenses, durante más de 7 años y en ambos hemisferios.

Red Voltaire: Usted ha explicado que su pedido de que se le conceda el estatuto de refugiado político, conforme a lo estipulado en la Convención de Ginebra, se encuentra todavía en estudio por parte del Senado argentino, cuando en 2005 a usted se le garantizaba el asilo político, aunque de forma provisional. ¡Usted es probablemente el primer ciudadano estadounidense en esa situación! ¿Ser sin dudas el primer funcionario del gobierno directamente vinculado a los sucesos del 11 de septiembre de 2001 en convertirse un «whistle-blower», una fuente pública [de información sobre esos hechos] es lo que le ha llevado a usted al exilio?


Kurt Sonnenfeld, acompañado de su esposa Paula, presenta su testimonio ante el Senado argentino.
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Kurt Sonnenfeld: Un refugiado es una persona que se ha visto forzada a salir de su país (o que no puede volver a él) por algún tipo de persecución. Es indudable que muchas personas han sido injustamente perseguidas por causa de leyes prácticamente fascistas y de políticas vinculadas al choque del 11 de septiembre de 2001 y [esas personas] tienen derecho al estatuto de refugiado.

Pero lo cierto es que pedir el estatuto de refugiado es un trámite arriesgado y peligroso. Estados Unidos es la única «superpotencia» que queda en el mundo, y la disidencia ha sido allí reprimida de hecho. Todo el que pide el estatuto de refugiado por razones políticas está cometiendo así un acto de disidencia extrema. Y si el pedido es rechazado, ¿qué se hace usted? Después de presentar el pedido, es imposible echarse atrás.

Personalmente, yo no estaba obligado a salir de Estados Unidos, ciertamente no tuve que escaparme. En aquel entonces, yo simplemente no estaba conciente de lo que se estaba tramando contra mí. Todavía no había relacionado las cosas entre sí. Así que cuando me fui, en 2003, lo hice con la intención de regresar. Vine a Argentina a tomarme un pequeño respiro, para tratar de recuperarme después de todo lo que me había pasado. Vine aquí libremente, con mi propio pasaporte, utilizando mis propias tarjetas de crédito.
Pero, como consecuencia de una increíble serie de acontecimientos, me vi posteriormente obligado a exilarme, y no regresé.

Red Voltaire: ¿A qué tipo de acontecimientos se refiere usted?


Kurt Sonnenfeld: Fui injustamente acusado de «crímenes» que, por supuesto, nunca se produjeron, fui objeto de encarcelamiento abusivo y de torturas, como consecuencia de aquellas acusaciones, y además de escandalosas calumnias contra mi reputación, de amenazas de muerte, de intentos de secuestro y otras violaciones de los derechos y los derechos humanos condenadas en numerosos acuerdos internacionales. Mi regreso a Estados Unidos sería no sólo una prolongación de esas violaciones sino que me separaría –quizás de forma permanente– de mi esposa y de nuestras gemelas de tres años, la única razón de ser que me queda. Además, debido a la imposibilidad de obtener un juicio justo por un crimen que nunca tuvo lugar, me vería incluso expuesto a la pena de muerte.

Red Voltaire: En 2005, el gobierno estadounidense presentó contra usted un pedido de extradición, que fue rechazada por un juez federal [argentino]. Más tarde, en 2007, la Corte Suprema argentina –en una demostración de integridad y de independencia– rechazó la apelación estadounidense. Pero su gobierno [el de Estados Unidos] insistió. ¿Puede usted aclararnos la situación?

Kurt Sonnenfeld: En 2008, y sin tener absolutamente ninguna base legal, el gobierno estadounidense presentó una nueva apelación ante la Corte Suprema argentina, que seguramente mantendrá las dos decisiones inatacables ya adoptadas por el juez federal.

Una de esas decisiones señalaba que había demasiadas sombras [En español en el texto, Nota del Traductor], o puntos oscuros, en mi caso. Había muchas mentiras en el pedido de extradición de las autoridades estadounidenses y, felizmente, nosotros logramos probarlo. El hecho de que hubiera tantas mentiras sirvió para apoyar mi pedido de asilo. Pudimos demostrar que hemos sido víctimas de una larga campaña de hostigamiento y de intimidación por parte de los servicios de inteligencia estadounidenses.
Como consecuencia de ello, mi familia se encuentra desde entonces bajo protección policial permanente. Como señaló un senador al referirse a mi caso: el «comportamiento [de los servicios de inteligencia estadounidenses] denota sus verdaderas motivaciones».

Kurt Sonnenfeld y su familia son frecuentemente objeto de acciones de hostigamiento durante las cuales se ven vigilados y fotografiados, como se demuestra en esta imagen.
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Red Voltaire: Están tratando de atribuirle un crimen imaginario. ¿Cómo justifica usted tanto rencor? Como funcionario de la FEMA, el gobierno tendría que haberle creído a usted. ¿En qué momento cambió la situación?


Kurt Sonnenfeld: Retrospectivamente, me doy cuenta de que la situación cambió poco antes de que yo me diera cuenta de ello. Inicialmente, la falsa acusación de la que fui objeto era totalmente irracional. Me destruyó completamente. Resulta increíblemente difícil sufrir la pérdida de alguien a quien uno ama y que se suicida. Pero que lo acusen a uno de esa pérdida, resulta insoportable. El caso fue sobreseído ya que había un montón de pruebas que me absolvían totalmente (Nancy, mi esposa, había dejado una carta y varios escritos en los que hablaba de suicidio en su diario, había otros antecedentes de suicidios en su familia, etc.). La parte acusadora estaba segura de mi inocencia al 100% antes de pedir el sobreseimiento del caso.

Pero la prisión preventiva se prolongó, incluso DESPUÉS que ya se había dicho que había que liberarme, lo cual me demostró que algo se estaba tramando.

Estuve preso durante CUATRO MESES después de que se informara a mis abogados que se había pedido el sobreseimiento. Finalmente me liberaron en junio de 2002. Une increíble serie de acontecimientos se produjo en ese tiempo. Mientras yo estaba detenido aún, tuve una conversación telefónica con funcionarios de la FEMA para tratar de resolver el problema. Pero me di cuenta de que me consideraban «comprometido», que yo representaba un peligro. Me dijeron que lo convenido era que «había que proteger a la Agencia», sobre todo a la luz del cambio que iba a producirse con la aplicación de la Patriot Act y el esperado intrusismo que vendría con el nuevo Departamento de Seguridad de la Patria (Department of Homeland Security). Después de todos los peligros que yo había enfrentado, de todas las pruebas y dificultades que había sufrido durante casi 10 años, me sentí traicionado. La decepción fue terrible.

Como me estaban abandonando, les dije que yo no tenía las grabaciones, que las había entregado a un burócrata de Nueva York y que iban a tener que esperar que me pusieran en libertad para recuperar cualquier otro documento que estuviera en mi poder. Poco después de aquella conversación, mi casa fue «registrada», cambiaron las cerraduras y varios vecinos vieron hombres entrando a mi domicilio, aunque no hay en la Corte ningún informe que mencione eso, como debiera ser. Cuando al fin me liberaron, descubrí que mi oficina había sido saqueada, mi computadora también había desaparecido y varios videos ya no estaban en mi videoteca del sótano.

Constantemente había hombres apostados en la calle cerca de mi casa, mi sistema de vigilancia fue pirateado varias veces, las lámparas exteriores de seguridad eran desconectadas, etc., a tal punto que me instalé en casa de unos amigos, en su casa en la montaña, que TAMBIÉN fue saqueada posteriormente.

Cualquiera que trate de descubrir la verdad reconoce que hubo una serie de extraordinarias irregularidades en este caso y que yo y la gente que yo amo fuimos objeto de una escandalosa injusticia. Esta intensa campaña tendiente a obligarme a volver a Estados Unidos es un pretexto falso que esconde motivaciones más oscuras.

Red Voltaire: Usted ha sugerido que vio cosas en Ground Zero que no concuerdan con el informe oficial. ¿Dijo usted algo o hizo algo que pudiera levantar sospechas en ese sentido?


Kurt Sonnenfeld: En aquella misma llamada telefónica dije que iba a revelar al público no sólo mis sospechas sobre los acontecimientos que rodearon el 11 de septiembre de 2001 sino también sobre diversos contratos para los cuales había trabajado anteriormente.

Sonnenfeld en Ground Zero, durante su trabajo de documentación en el terreno.
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Red Voltaire: ¿En qué se basan sus sospechas?

Kurt Sonnenfeld: Retrospectivamente, había muchas cosas raras en Ground Zero. Me pareció extraño que me enviaran a Nueva York antes de que el segundo avión se estrellara contra la torre sur, en momentos en que los medios estaban reportando solamente que un «pequeño avión» había chocado con la torre norte –una catástrofe de tan poca importancia que no merecía la intervención de la FEMA.

La FEMA fue movilizada en pocos minutos, ¡cuando se necesitaron diez días para desplegarla en Nueva Orleáns, en respuesta al huracán Katrina, a pesar de las numerosas advertencias previas! Me pareció raro que las cámaras se prohibieran de forma tan estricta dentro del perímetro de seguridad de Ground Zero, que se declarara toda la zona como escena del crimen, mientras que las pruebas materiales eran retiradas de allí y destruidas tan rápidamente.

Después, me pareció muy extraño enterarme de que la FEMA y otras agencias federales ya estaban en posición en su puesto de mando, en el Pier (muelle) 92, desde el 10 de septiembre, un día antes de los atentados.

Neumáticos provenientes de un tren de aterrizaje visibles en un contenedor de pruebas materiales marcado con la inscripción «FBI Partes avión únicamente».
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Nos piden que creamos que las 4 cajas negras «indestructibles» de los dos aviones que se estrellaron contra las torres nunca fueron halladas porque fueron completamente pulverizadas, pero yo tengo imágenes de ruedas provenientes del tren de aterrizaje [que se ven] poco dañadas, y también de asientos, de pedazos de fuselaje, de una turbina de avión que no están desintegrados en lo absoluto. Dicho esto, me parece más bien extraño que esos objetos, prácticamente intactos, hayan podido resistir al tipo de destrucción que redujo polvo la mayor parte de las Torres Gemelas. Y tengo también mis dudas en cuanto a la autenticidad de la turbina del «avión».

Prueba material: la turbina de Boeing presentada en el basurero de la isla de Fresh Kill.
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Lo sucedido con el Edificio 7 es extremadamente sospechoso. Yo tengo un video que muestra hasta qué punto la pila de escombros era curiosamente pequeña y se ve que los edificios colindantes no fueron afectados por el derrumbe del Edificio 7. [Ese edificio] no fue golpeado por un avión, sólo sufrió algunos daños menores al derrumbarse las Torres Gemelas, sólo había incendios menores en algunos pisos. Sin una demolición controlada, es imposible que ese edificio fuese objeto de una implosión como la que se produjo. A pesar de ello, el derrumbe del Edificio 7 apenas se mencionó en los medios dominantes y la Comisión sobre el 11/9 lo ignoró de forma sospechosa.

Red Voltaire: Según ciertas informaciones, en los sótanos del WTC7 había archivos sensibles y seguramente comprometedores. ¿Encontró usted algo sobre eso?


Kurt Sonnenfeld: El Servicio Secreto, el Departamento de Defensa, el FBI, el fisco (IRS), la Comisión de Reglamentación y Control de Mercados Financieros (SEC, siglas en inglés) así como el Puesto de Mando de Crisis [de la ciudad de Nueva York. NdlR.] para situaciones de urgencia (OEM, siglas en inglés) ocupaban muchísimo espacio en varios pisos de ese edificio.

Otras agencias federales también tenían oficinas allí. Después del 11 de septiembre, se descubrió que allí estaba, escondido en el edificio 7, el mayor centro clandestino de la CIA dentro del país, exceptuando el de Washington DC; una base operativa desde donde se espiaba a los diplomáticos de las Naciones Unidas y se realizaban las operaciones de contraterrorismo y de contraespionaje (así como la Inteligencia Económica. NdlR.).

Ese edificio (el World Trade Center 7) no tenía parqueo subterráneo. No tenía almacenes subterráneos. En vez de eso, las agencias federales del Edificio 7 guardaban sus vehículos, documentos y pruebas materiales en el edificio de sus asociados, del otro lado de la calle. Debajo de la plaza del Buró de Aduanas US (Edificio 6) había un gran parqueo subterráneo separado del resto de la zona subterránea del complejo y altamente vigilado.

Diferentes servicios del gobierno guardaban allí sus autos capaces de resistir explosiones de bombas, sus limusinas blindadas, los taxis falsos y los camiones de la compañía de teléfonos que se usan en las acciones de vigilancia secreta y en otras operaciones secretas, camionetas especializadas y otros vehículos.

En esa zona del parqueo de seguridad había también un acceso a la cámara blindada inferior del Edificio 6.

Aproximándose a la entrada de los niveles que comunican con los pisos inferiores del edificio.
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Al derrumbarse la torre norte, el Buró de Aduanas US (Edificio 6) quedó aplastado y completamente devastado por el fuego. La mayoría de sus pisos subterráneos también fueron destruidos. Pero había cavidades. Y fue a través de una de esas cavidades, recientemente descubierta, que yo bajé para investigar con la Fuerza Especial de Intervención.

Fue allí que vimos la antecámara de seguridad del almacén subterráneo severamente dañada. Al final de la oficina de seguridad estaba la gran puerta de acero de la cámara blindada y, al otro lado, el teclado codificado en la pared. Pero la pared estaba rajada y se había derrumbado parcialmente, y la puerta estaba entreabierta. A la luz de nuestras linternas, pudimos ver lo que había dentro [de la cámara blindada]. Aparte de varias hileras de estantes vacíos, la cámara blindada no contenía otra cosa que escombros y polvo. ¿Por qué? ¿Cuándo la vaciaron?

Red Voltaire: ¿Eso despertó en usted la sospecha?


Kurt Sonnenfeld: Sí, pero no inmediatamente. Resulta difícil reflexionar ante un caos tan grande. Fue solamente después de digerir todo aquello que empecé a sospechar.

El Edificio 6 fue evacuado 12 minutos después del choque del primer avión contra la torre norte. Inmediatamente, las calles quedaron bloqueadas por carros de bomberos, autos de la policía y embotellamientos, y la cámara blindada era lo suficientemente grande –yo diría que tenía 15 metros de ancho y 15 de largo– como para que se necesitara por lo menos un camión grande para evacuar su contenido. Después de la caída de las torres, destruyendo el nivel del parqueo, la realización de una misión para recuperar el contenido de la antecámara hubiese sido imposible. Así que la cámara blindada tuvo que ser vaciada antes del ataque.

Todo esto lo describo en mi libro de forma detallada y parecía como si las cosas importantes hubieran sido llevadas a un lugar seguro antes de los atentados. Por ejemplo, la CIA no pareció inquietarse demasiado por sus pérdidas. Después de que se descubriera la existencia de su oficina secreta en el Edificio 7, un vocero de la agencia dijo a los periódicos que se había enviado un equipo especial para que inspeccionara los escombros en busca de documentos secretos y de informes de los servicios de inteligencia, cuando había millones, si no eran miles de millones, de páginas volando por las calles.
Pero el vocero estaba muy confiado. «No debe haber demasiados papeles regados», declaró.

Los insólitos vestigios del Buró de Aduanas US (Edificio 6).
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Y las aduanas anunciaron desde el principio que todo había sido destruido, que el calor había sido tan intenso que todas las pruebas materiales de la cámara blindada habían sido reducidas a cenizas. Pero varios meses más tarde anunciaron que habían puesto fin a las actividades de una importante red de tráfico de narcóticos y de lavado de dinero colombiano, después de haber recuperado pruebas esenciales de la cámara blindada, entre ellas fotos de vigilancia y grabaciones de escuchas telefónicas muy sensibles. Y cuando se mudaron a su nuevo edificio, en el número 1 de Penn Plaz, en Manhattan, colgaron orgullosamente en la pared de la entrada la placa honorífica y el gran cartel redondo de las Aduanas US, también milagrosamente encontrado, inmaculado, en sus antiguas oficinas del World Trade Center, a pesar del derrumbe y de los incendios.

Red Voltaire: Usted no era el único que estaba en misión en Ground Zero. ¿Notaron los demás las mismas anomalías? ¿Sabe usted si también fueron hostigados?


Kurt Sonnenfeld: En efecto, yo oí hablar a algunos, en dos salidas diferentes. Algunos de nosotros incluso llegamos a conversar sobre ello posteriormente. Ellos saben de quiénes se trata y yo espero que van a hablar, pero también estoy seguro de que están bajo fuertes presiones sobre lo que pudiera sucederles si hablan. Yo dejo la decisión entre sus manos, pero en la unión está la fuerza.

Red Voltaire: Con la publicación de su libro, usted se ha convertido en un «whistleblower» [Término aplicado en Estados Unidos a los que han alertado sobre las incongruencias del informe oficial sobre el 11 de septiembre. NdT.], ¡pero usted lo hizo alcanzando un punto en que no tiene vuelta atrás! Tiene que haber mucha gente que sabe lo que realmente sucedió o no en aquel fatídico día. Pero nadie ha emprendido una batalla personal, cosa que han evitado sobre todo aquellos que estaban directamente implicados de forma oficial. Es eso lo que hace que su caso personal sea tan convincente. Viendo lo que ha sucedido con usted, no resulta difícil imaginar por qué esas personas no quieren hablar.


Kurt Sonnenfeld: Efectivamente, también hay gente muy honesta y digna de crédito que ha lanzado alertas. Y están siendo desacreditadas e ignoradas. Algunas de esas personas están siendo perseguidas y hostigadas como yo.

El miedo frena a la gente. Todo el mundo sabe que si usted contradice a las autoridades estadounidenses, usted va a tener problemas, de una u otra forma. Como mínimo, lo van a desacreditar, a deshumanizar.

Lo más seguro es que le acusen de cualquier cosa que no tenga nada que ver, como un fraude fiscal o algún peor, como en mi caso. Mire lo que le pasó a Abraham Bolden, por ejemplo [1], o al gran jugador de ajedrez Bobby Fischer después que expresó su desprecio hacia Estados Unidos. Hay muchos ejemplos. Yo le había pedido a mis amigos y asociados que hablaran en mi lugar para que contaran [la verdad sobre] todas las mentiras divulgadas en los medios de prensa, pero todos tenían miedo de las consecuencias para ellos mismos y sus familias.

Red Voltaire: ¿Hasta qué punto los descubrimientos que hizo usted en Ground Zero pudieran implicar al gobierno en esos hechos? ¿Está usted al corriente de las investigaciones que científicos y profesionales calificados han llevado a cabo y que no sólo corroboran los descubrimientos que usted hizo sino que, en ciertos casos, los sobrepasan ampliamente? ¿Considera usted a esas personas como «adeptos de la teoría de la conspiración» (“conspiracy nuts”)?


Kurt Sonnenfeld: Al más alto nivel en Washington DC alguien sabía lo que iba a pasar. Estaban tan deseosos de tener una guerra que, por lo menos, dejaron que sucediera aquello, y lo más probable es que incluso hayan contribuido a que aquellos acontecimientos se produjeran.

A veces me parece que los «locos» [los «adeptos de la teoría de la conspiración». NdlR.] son aquellos que se aferran con un fervor casi religioso a lo que les dicen a pesar de todas las pruebas de lo contrario, los que se niegan a considerar el hecho de que hubo una conspiración interna.

Hay tantas anomalías en la investigación «oficial» que no es posible atribuirlas a errores o incompetencia. Yo conozco a los científicos y profesionales calificados a los que usted se refiere. Sus descubrimientos, convincentes, creíbles y presentados según el protocolo científico, están en total oposición con los de la investigación «oficial». Además, numerosos agentes de los servicios secretos y funcionarios del gobierno expresan opiniones muy bien informadas [señalando] que la Comisión sobre el 11/9 era, en el mejor de los casos, una farsa, y en el peor, una pantalla [2]. Mi experiencia en Ground Zero no es otra cosa que una pieza más del rompecabezas.

Red Voltaire: Esos hechos sucedieron hace casi 9 años. ¿Cree usted que descubrir la verdad sobre el 11 de septiembre sigue siendo un objetivo importante? ¿Por qué?


Kurt Sonnenfeld: Es importantísimo. Y lo seguirá siendo dentro de 10 o incluso dentro de 15 años, si la verdad no ha salido a la luz en todo ese tiempo. Es un objetivo importante porque, en este momento de la historia, hay mucha gente demasiado crédula ante lo que le cuentan las autoridades y con demasiada tendencia a seguirlas. En una situación traumática, la gente busca que la guíen. La gente que tiene miedo es manipulable. Saber manipular a las masas implica beneficios inimaginables para muchas personas muy ricas y muy poderosas. La guerra es increíblemente cara, pero ese dinero se va a algún lugar. La guerra es siempre muy beneficiosa para unos cuantos.

De una u otra manera, sus hilos siempre acaban en Washington DC, ellos toman las decisiones, determinan los presupuestos, mientras que los hijos de los pobres y de los que no tienen influencias siempre acaban en el frente, recibiendo las órdenes y peleando en las guerras de los anteriormente mencionados. Las enormes reservas secretas del Departamento de Defensa estadounidense representan una máquina de financiamiento ilimitado para el complejo militaro-industrial, [financiamiento] cifrado en varios miles de millones de dólares. Y así seguirá siendo mientras las masas no se despierten, mientras no se vuelvan escépticas y no pidan cuentas. Las guerras (y los falsos pretextos presentados) no se acabarán mientras la gente no tome conciencia de los verdaderos motivos de la guerra y mientras no dejen de creer en las explicaciones “oficiales”.

Red Voltaire: Lo que se ha dado en llamar Movimiento por la Verdad sobre el 11 de septiembre (9/11 Truth Movement) ha pedido una nueva investigación independiente sobre aquellos hechos. ¿Cree usted que hay esperanzas en ese sentido con la administración Obama?


Kurt Sonnenfeld: Realmente, espero que así sea. Pero me mantengo escéptico. ¿Qué razón pudiera llevar a los líderes de cualquier gobierno a hacer por voluntad propia algo que comprometería seriamente su propia responsabilidad?

Ellos prefieren mantener el statu quo y dejar las cosas como están. Cambió el que maneja el tren, pero ¿cambió el tren de dirección? Yo lo dudo. El impulso tiene que venir del público, no sólo a escala nacional sino también a escala internacional, como hace la red de ustedes.

Red Voltaire: Numerosas asociaciones de derechos humanos, grupos de activistas y muchas personalidades le están aportando a usted su apoyo en esta difícil situación, y no se trata de gente de poca monta. Entre esas personalidades está, por ejemplo, el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel. ¿Cómo responden los argentinos en general ante su situación?


Kurt Sonnenfeld: Con una increíble cantidad de expresiones de apoyo. La dictadura militar está fresca aún en la memoria colectiva de la mayoría de la gente en Argentina, y esa gente sabe que la dictadura argentina (al igual que otras dictaduras sudamericanas de aquella época) tuvo el apoyo de la CIA, dirigida en aquel entonces por George Bush padre. [Los argentinos] se acuerdan muy bien de los centros de tortura, de las prisiones secretas, de los miles de personas «desaparecidas» por sus opiniones y del miedo cotidiano.

Saben que Estados Unidos va a reinstaurar todo aquello si le parece conveniente, que es capaz de invadir un país con tal de concretar sus propios intereses políticos y económicos y de manipular los medios recurriendo a un “casus belli” [Pretexto que justifique una guerra. NdT.] enteramente fabricado para justificar sus conquistas.

Kurt Sonnenfeld con Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz de 1980.
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Mi familia y yo mismo tenemos el honor de contar entre nuestros amigos más queridos a Adolfo Pérez Esquivel [3] y a sus consejeros del Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ). Hemos trabajado juntos a favor de muchas causas, como los derechos de los refugiados, los derechos de las mujeres, de los niños sin familias y de los niños portadores del VIH/SIDA.

Tenemos también el honor de poder contar con el apoyo de las Abuelas de la Plaza de Mayo, de las Madres de la Plaza de Mayo, de la Línea Fundadora [4], del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH) [5], de los Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas, de la Asociación de Mujeres, Migrantes y Refugiados Argentina (AMUMRA), de la Comisión de Derechos Humanos de la Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y del Programa Nacional Anti-Impunidad. En el plano internacional, la ONG REPRIEVE de Gran Bretaña presentó un «amicus curiae» a favor nuestro y contamos con la colaboración de NIZKOR de España y de Bélgica. Además, mi esposa Paula y yo mismo hemos sido recibidos en el Congreso por la Comisión de Derechos Humanos y Garantías de la Honorable Cámara de Diputados de La Nación.

Red Voltaire: Como decíamos al principio, la decisión de escribir su libro y de hacerlo público fue un paso enorme. ¿Qué le llevó a usted a darlo?


Kurt Sonnenfeld: Salvar a mi familia. Y dar a conocer al mundo que las cosas no son lo que parecen.

Red Voltaire: Una última pregunta, aunque no se trata de la menos importante: ¿Qué piensa hacer con sus grabaciones?


Kurt Sonnenfeld: Tengo la certeza de que mis grabaciones revelan más cosas de las que yo pueda ser capaz de analizar, ya que mis conocimientos son limitados. Es por ello que voy a cooperar en todo lo que pueda con expertos confiables y serios, en un esfuerzo común para que se sepa la verdad.

Red Voltaire: Muchas gracias.
PARTE3

La Gran Mentira del 11S III


Análisis del informe de la «comisión investigadora» presidencial
115 mentiras sobre los atentados del 11 septiembre

por David Ray Griffin*



Sigue sin haber una versión oficial sobre los atentados del 11 de septiembre de 2001. No se ha abierto investigación judicial alguna sobre los propios atentados ni la menor investigación parlamentaria. No hay más que una versión gubernamental recogida en un informe presentado por una comisión presidencial. El profesor David Ray Griffin, autor de una obra de referencia en la que estudia ese informe, encontró en ese texto 115 mentiras aquí enumeradas.



Derrumbe del edificio n°7 del World Trade Center Este edificio no fue impactado por ningún avión y su derrumbe presenta las características de una demolición controlada. (cf. video). La comisión investigadora ni siquiera abordó el tema.
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Para cada mentira nos referiremos a los análisis que hace el profesor David Ray Griffin en su obra Omisiones y manipulaciones de la Comisión Investigadora. Las cifras que aparecen entre paréntesis se refieren a las páginas de la edición original estadounidense de ese libro.


1. Omisión de la prueba de que por lo menos 6 de los supuestos secuestradores aéreos (entre ellos Waled al-Shehri, acusado por la Comisión de haber apuñaleado a una azafata del vuelo UA11 antes del choque del avión contra la torre norte del World Trade Center) están vivos actualmente (19-20).

2. Omisión de pruebas sobre Mohamed Atta (como su pronunciada inclinación por la bebida, por la carne de puerco y las exhibiciones eróticas privadas o lap dances) que contradicen las afirmaciones de la Comisión de que Atta se había convertido en un fanático religioso (20-21).

3. Confusión voluntariamente creada alrededor de las pruebas que demuestran que Hani Hanjur era tan mal piloto que nunca hubiera sido capaz de lograr estrellar un avión de pasajeros contra el Pentágono (21-22).

4. Omisión del hecho que las listas de pasajeros (flight manifests) que se hicieron públicas no contenían ningún nombre árabe (23).

5. Omisión del hecho que nunca, ni antes ni después del 11 de septiembre, se ha visto que un incendio haya provocado el desplome total de un edificio con estructura de acero (25).

6. Omisión del hecho que los incendios de las Torres Gemelas no fueron ni extremadamente extensos ni especialmente intensos y que ni siquiera duraron mucho tiempo comparados con otros incendios ocurridos en rascacielos (con estructuras) similares sin que estos últimos se desplomaran (25-26).

«Omissions et manipulations de la commission d’enquête sur le 11 septembre» (Omisiones y manipulaciones de la Comisión investigadora) es el libro del profesor estadounidense D. Ray Griffin, en version francesay disponible en la librería electrónica de la Red Voltaire.


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7. Omisión del hecho que, dada la hipótesis que el incendio provocó los derrumbes, la torre sur, que fue golpeada después que la torre norte y afectada por un incendio de menor intensidad, no debería haber sido la primera en desplomarse (26).

8. Omisión del hecho que el edificio n°7 del World Trade Center (contra el cual no se estrelló ningún avión y que sólo sufrió pequeños incendios muy localizados) también se desplomó, hecho sobre el cual la Agencia Federal para el Manejo de Situaciones de Emergencia (FEMA) confesó que no podía ofrecer ninguna explicación (26).

9. Omisión del hecho que el derrumbe de las Torres Gemelas (y el del edificio n°7) presenta al menos 10 características de haber sido producto de una demolición controlada (26-27).

10. Afirmación según la cual el núcleo de la estructura de cada una de las Torres Gemelas era «un pozo de acero vacío», afirmación que niega la presencia de 47 columnas de acero macizo que eran en realidad el centro de cada torre. Según la teoría del «apilamiento de pisos» (the «pancake theory») que explica los derrumbes, varias decenas de metros de esas columnas de acero macizo debieran haber quedado en pie (27-28).

11. Omisión de la declaración de Larry Silverstein [el propietario del WTC], declaración según la cual el propio Silverstein en coordinación con los bomberos decidió «demoler» –en lenguaje técnico (to «pull»)– el edificio n°7 (28).

12. Omisión del hecho que el acero de los edificios del WTC fue rápidamente recogido del lugar de los hechos y enviado al extranjero por vía marítima ANTES de que pudiera ser analizado en busca de huellas de explosivos (30).

13. Omisión del hecho que el edificio n°7 había sido evacuado antes de su derrumbe, lo implica que la razón que se dio oficialmente para acelerar lo más posible la recogida del acero [en aquel lugar] (porque podía haber sobrevivientes bajo los escombros) no tenía ningún sentido en el caso de este edificio (30).

14. Omisión de la declaración del alcalde R. Giuliani quien dijo que se le advirtió de antemano que el WTC iba a derrumbarse (30-31).

15. Omisión del hecho que Marvin Bush, hermano del presidente estadounidense, y su primo Wirt Walker III eran los directores de la compañía encargada de garantizar la seguridad del WTC (31-32).

16. Omisión del hecho que el ala oeste del Pentágono, [la misma que fue impactada el 11 de septiembre], era precisamente, por diversas razones, la que menos posibilidades tenía de ser blanco de los terroristas de al-Qaeda (33-34).

17. Omisión de toda discusión tendiente a determinar si los daños que sufrió el Pentágono correspondían realmente con los daños que podría haber provocado el impacto de un Boeing 757 desplazándose a varios cientos de kilómetros por hora (34).

18. Omisión del hecho que existen fotos que demuestran que la fachada del ala oeste no se derrumbó hasta 30 minutos después del impacto y que el orificio de entrada es demasiado pequeño para el diámetro de un Boeing 757 (34).

19. Omisión de todo testimonio contradictorio sobre la presencia o la ausencia de pedazos visibles de un Boeing 757, ya sea dentro o fuera del Pentágono (34-36).

20. Ausencia total de discusión tendiente a determinar si el Pentágono disponía de un sistema de defensa antimisiles capaz de derribar un avión de pasajeros, aún cuando la Comisión sugirió que los terroristas de al-Qaeda decidieron no atacar una central nuclear precisamente porque pensaron que esta dispondría de ese tipo de defensa (36).

21. Omisión del hecho que las imágenes provenientes de diferentes cámaras (incluyendo las de la gasolinera que se encuentra frente al Pentágono, confiscadas por el FBI inmediatamente después del impacto) podrían ayudar a determinar qué fue realmente lo que impactó el Pentágono (37-38).

22. Omisión de la alusión del secretario de Defensa D. Rumsfeld a «un misil[ utilizado] para golpear [el Pentágono]» (39).

23. Aprobación aparente de la respuesta, totalmente insatisfactoria, a la pregunta tendiente a saber por qué los agentes del Servicio Secreto permitieron que el presidente Bush permaneciera en la escuela de Sarasota cuando, según la versión oficial, deberían haber pensado que un avión secuestrado podía tener esa misma escuela como blanco (41-44).

24. Fracaso en explicar por qué el Servicio Secreto no pidió una escolta de aviones de caza para [el avión presidencial] Air Force One (43-46).

25. Afirmaciones según las cuales en el momento en que el cortejo presidencial llegó a la escuela [de Sarasota], ninguno de los asistentes sabía que varios aviones habían sido secuestrados (47-48).

26. Omisión del informe según el cual el secretario de Justicia John Ashcroft había recibido una advertencia para que dejara de viajar en líneas aéreas comerciales antes del 11 de septiembre (50).

27. Omisión de la afirmación de David Schippers de que, basándose en informaciones provenientes de agentes del FBI sobre posibles ataques en el sur de Manhattan, él había tratado infructuosamente de transmitir dicha información al secretario de Justicia John Ashcroft durante las 6 semanas anteriores al 11 de septiembre (51).

28. Omisión de toda mención sobre el hecho que agentes del FBI afirmaron tener conocimiento de los blancos y fechas de los ataques [terroristas] mucho antes de los hechos (51-52).

29. Afirmación, mediante una refutación circular que da la cuestión por resuelta, de que el desacostumbrado volumen de compras de acciones en baja antes del 11 de septiembre no implica que los compradores supieran de antemano que los ataques iban a producirse (52-57).

30. Omisión de los informes según los cuales el alcalde [de San Francisco] Willie Brown y ciertos responsables del Pentágono fueron advertidos de que no debían tomar el avión del 11 de septiembre (57).

31. Omisión del informe según el cual Osama ben Laden, que ya en aquel entonces era el criminal más buscado por Estados Unidos, fue atendido en julio de 2001 por un doctor estadounidense en el hospital estadounidense de Dubai y que recibió allí la visita de un agente local de la CIA (59).

32. Omisión de los artículos que sugieren que, después del 11 de septiembre, el ejército estadounidense permitió deliberadamente la fuga de Osama ben Laden (60).

33. Omisión de informes, entre ellos el que reportaba la visita del jefe de los servicios de inteligencia de Arabia Saudita a Osama ben Laden en el hospital de Dubai, que entran en contradicción con la versión oficial de que la familia de Ben Laden y su país han renegado de este (60-61).

34. Omisión del resumen de Gerald Posner sobre el testimonio de Abu Zubaydah, según el cual tres miembros de la familia real saudita (que murieron los tres misteriosamente con sólo 8 días de intervalo) estaban financiando a al-Qaeda y conocían de antemano la realización de los ataques del 11 de septiembre (61-65).

35. Desmentido de la Comisión sobre el descubrimiento de una prueba del financiamiento de los sauditas a al-Qaeda (65-68).

36. Desmentido de la Comisión sobre el descubrimiento de una prueba que demuestra que dinero perteneciente a la esposa del príncipe Bandar, la princesa Haifa, fue entregado a agentes de al-Qaeda (69-70).

37. Desmentido, que simplemente ignoró la diferencia existente entre vuelos privados y vuelos comerciales, sobre el hecho que el vuelo privado en el que varios sauditas viajaron el 13 de septiembre desde Tampa hasta Lexington violó los reglamentos sobre el espacio aéreo establecidos en aquella fecha (71-76).

38. Desmentido sobre la autorización extendida a varios sauditas para que salieran del territorio de Estados Unidos poco después del 11 de septiembre sin que esas personas fuesen sometidas a una investigación apropiada (76-82).

39. Omisión de la prueba que demuestra que el príncipe Bandar obtuvo una autorización especial de la Casa Blanca para los vuelos de los sauditas (82-86).

40. Omisión de la afirmación de Coleen Rowley según la cual responsables del Cuartel General del FBI habían visto el memo de Phoenix del agente Kenneth Williams (89-90).

41. Omisión del hecho que el agente del FBI en Chicago Robert Wright afirma que el Cuartel General del FBI cerró su investigación sobre una célula terrorista y trató posteriormente de intimidarlo para impedir que publicara un libro en el que relata sus experiencias (91).

42. Omisión de la prueba que demuestra que el Cuartel General del FBI saboteó el intento de Coleen Rowley y de otros agentes [del FBI] de Minneapolis de obtener una orden de búsqueda para conseguir la computadora de Zacarias Moussaoui (91-94).

43. Omisión de las tres horas y media de testimonio que prestó ante la Comisión la ex traductora del FBI Sibel Edmonds que, según una carta que ella misma hizo pública y que dirigió al presidente [de la Comisión] Kean, revelaba serias disimulaciones por parte de responsables del FBI en relación con el 11 de septiembre y dentro del propio Cuartel General del FBI (94-101).

44. Omisión del hecho que el general Mahmud Ahmad, jefe del ISI [los Servicios de Inteligencia pakistaníes], se encontraba en Washington una semana antes del 11 de septiembre y que se reunió allí con el director de la CIA, George Tenet, así como con otros altos responsables estadounidenses (103-04).

45. Omisión de la prueba que demuestra que Ahmad, el jefe del ISI [los Servicios de Inteligencia pakistaníes] ordenó el envío de 100 000 dólares a Mohamed Atta antes del 11 de septiembre (104-07).

46. Afirmación de la Comisión de que no encontró prueba alguna de que algún gobierno extranjero, incluyendo al de Pakistán, haya financiado a agentes de al-Qaeda (106).

47. Omisión del informe según el cual la administración Bush presionó a Pakistán para que Ahmad fuese destituido de su cargo de jefe del ISI después de la divulgación de la información que revelaba que este había ordenado el envío de dinero del ISI a Mohamed Atta (107-09).

48. Omisión de la prueba que el ISI (y no sólo al-Qaeda) se encontraba detrás del asesinato de Ahmad Shah Massud (el comandante de la Alianza del Norte en Afganistán) que se produjo precisamente después de un encuentro que duró una semana entre responsables de la CIA y del ISI (110-112).

49. Omisión de la prueba que demuestra que el ISI está implicado en el secuestro y posterior asesinato de Daniel Pearl, periodista del Wall Street Journal (113).

50. Omisión del informe de Gerald Posner según el cual Abu Zubaydah afirmó que un oficial militar pakistaní, Mushaf Ali Mir, que mantenía estrechos vínculos con el ISI y con al-Qaeda sabía de antemano de los ataques del 11 de septiembre (114).

51. Omisión de la predicción que hizo, en 1999, Rajaa Gulum Abbas, agente del ISI, de que las Torres Gemelas «se derrumbarían» (114).

52. Omisión del hecho que el presidente Bush y otros miembros de su administración se refirieron repetidamente a los ataques del 11 de septiembre como «oportunidades» (116-17).

53. Omisión del hecho que el Proyecto para el Nuevo Siglo Americano («The Project for the New American Century»), muchos de cuyos miembros se convirtieron en figuras claves de la administración Bush, publicó en el año 2000 un documento que decía que un «nuevo Pearl Harbour» ayudaría a conseguir fondos para una rápida transformación tecnológica del aparato militar estadounidense (117-18).

54. Omisión del hecho que Donald Rumsfeld, quien fue presidente de la comisión del US Space Command y había recomendado aumentar el presupuesto destinado a este, se valió de los ataques del 11 de septiembre, en la tarde de ese mismo día, para garantizar esos fondos (119-22).

55. No se mencionó que las tres personas responsables del fracaso de los esfuerzos por prevenir los ataques del 11 de septiembre (el secretario de Defensa Donald Rumsfeld, el general Richard Myers y el general Ralph Eberhart) eran también los tres principales promotores del US Space Command (122).

56. Omisión del hecho que Unocal había declarado que los talibanes no podían garantizar la seguridad adecuada para emprender la construcción de sus pipelines (para petróleo y gas) a partir de la cuenca del Caspio y a través de Afganistán y Pakistán (122-25).

57. Omisión del informe según el cual representantes de Estados Unidos dijeron durante un encuentro, en julio de 2001, que ya que los talibanes rechazaban su proposición de construir un oleoducto, una guerra contra ellos comenzaría en octubre (125-26).

58. Omisión del hecho que en su libro, publicado en 1997, Zbigniew Brzezinski escribía ya que para que Estados Unidos pueda mantener su predominio global es necesario que ese país controle el Asia central, con sus vastos recursos petrolíferos, y que un nuevo Pearl Harbour sería útil para obtener el apoyo de la opinión pública estadounidense a esos designios imperiales (127-28).

59. Omisión del hecho que miembros claves de la administración Bush, entre ellos Donald Rumsfeld y su delegado Paul Wolfowitz, se esforzaron durante muchos años por desatar una nueva guerra contra Irak (129-33).

60. Omisión de los apuntes de las conversaciones de Donald Rumsfeld correspondientes al 11 de septiembre que demuestran que este estaba decidido a utilizar los ataques como pretexto para desatar una guerra contra Irak (131-32).

61. Omisión de la declaración que aparece en el Proyecto para un Nuevo Siglo Americano, según la cual «la necesidad de una fuerte presencia estadounidense en el Golfo va más allá del tema del régimen de Sadam Husein» (133-34).

62. Afirmación según la cual el protocolo de la FAA (Federal Aviation Agency) sobre lo sucedido el 11 de septiembre requería un largo proceso de aplicación que tenía que pasar por varias etapas de la cadena de mando cuando el propio Informe Oficial [de la Comisión] cita pruebas de lo contrario (158).

63. Afirmación según la cual en aquellos días sólo dos bases de la fuerza aérea estadounidense del sector noreste del NORAD (North American Aerospace Defense Command o Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte) mantenían cazas en alerta y, en particular, que no había aviones de combate en alerta en las bases de McGuire y de Andrews (159-162).

64. Omisión del hecho que la base Andrews de la fuerza aérea estadounidense tenía varios aviones de caza en alerta permanente (162-64).

65. Aceptación de la doble afirmación según la cual el coronel Marr, del NEADS (North East Air Defense Sector), tenía que comunicarse telefónicamente con un superior para que este lo autorizara a enviar aviones de caza desde [la base] de Otis y que necesitó 8 minutos para realizar esa llamada (165-66).

66. Aprobación de la afirmación según la cual la pérdida de la señal del transpondedor de un avión hace prácticamente imposible la localización de la nave por los radares militares estadounidenses (166-67).

67. Afirmación según la cual la intercepción de Stewart Payne no demostró que el tiempo de respuesta del NORAD en el caso del vuelo AA11 fue extraordinariamente lento (167-69).

68. Afirmación según la cual los cazas de la base de Otis se mantuvieron en tierra durante 7 minutos después de haber recibido la orden de despegue porque no sabían adónde volar (174-75).

69. Afirmación según la cual las fuerzas armadas estadounidenses no sabían del desvío del vuelo UA175 hasta las 9h30, momento exacto en que este vuelo se estrelló contra la torre sur del WTC (181-82).

70. Omisión de toda explicación sobre (a) la razón por la cual un informe anterior del NORAD, según el cual la FAA notificó a los militares el desvío del vuelo UA175 a las 8h43, se considera ahora como falso y (b) cómo fue que ese informe, si era falso, pudo ser publicado y se mantuvo como válido durante cerca de 3 años (182).

71. Afirmación según la cual la FAA no estableció la teleconferencia sino a partir de las 9h20 de aquella mañana (183).

72. Omisión del hecho que un memo de Laura Brown, de la FAA, afirma que la teleconferencia se estableció sobre las 8h50 y que trató precisamente sobre el desvío del vuelo UA175 (183-84, 186).

73. Afirmación según la cual la teleconferencia del NMCC, (Centro de Mando Militar o National Military Command Center) no comenzó antes de las 9h29 (186-88).

74. Omisión, en la afirmación de la Comisión de que el vuelo AA77 no se desvió de su trayectoria antes de las 8h45, del hecho que la hora mencionada en informes anteriores fue las 8h46 (189-90).

75. Fracaso en mencionar que el anuncio de la caída de un jet en Kentucky, poco después del momento en que el vuelo AA77 desapareciera del radar de la FAA, fue tomada lo bastante en serio por los responsables de la FAA y de la unidad antiterrorista del FBI como para que estos la enviaran a la Casa Blanca (190).

76. Afirmación según la cual el vuelo AA77 voló durante cerca de 40 minutos por el espacio aéreo estadounidense en dirección a Washington sin ser detectado por los radares militares (191-92).

77. Fracaso en explicar, si el anterior informe del NORAD según el cual se le informó a este –a las 9h24– que la trayectoria del vuelo AA77 era «incorrecta», cómo fue que ese informe erróneo pudo salir a la luz, o sea que se trata de saber si los responsables del NORAD mintieron o si fueron «embaucados» durante cerca de tres años (192-93).

78. Afirmación según la cual los aviones de combate de Langley, que según dijera primeramente el NORAD fueron enviados a interceptar el vuelo AA77, fueron realmente desplegados como respuesta a un informe erróneo de un controlador (no identificado) de la FAA de las 9h21 de que el vuelo AA11 se encontraba aún en vuelo y que se dirigía hacia Washington (193-99).

79. Afirmación según la cual los militares no fueron contactados por la FAA sobre el probable secuestro del vuelo AA77 antes del impacto contra al Pentágono (204-12).

80. Afirmación de que Jane Garvey no se sumó a la videoconferencia de Richard Clarke hasta las 9h40, o sea después del impacto contra el Pentágono (210).

81. Afirmación de que ninguna de las teleconferencias logró coordinar la FAA y las respuestas de los militares a los secuestros porque «ninguna [de las mismas] incluía a los responsables adecuados en el seno de la FAA y del Departamento de Defensa », aunque Richard Clarke dice que su propia videoconferencia incluía a la directora de la FAA Jane Garvey, al secretario de Defensa Donald Rumsfeld y al general Richards Myers, jefe interino de las Fuerzas Armadas (211).

82. Afirmación de la Comisión según la cual esta no sabía qué miembros del Departamento de Defensa participaron en la videoconferencia con Richard Clarke cuando el propio Clarke afirma en su libro que se trataba de Donald Rumsfeld y del general Myers (211-212).

83. Aprobación de la afirmación del general Myers de que él se encontraba en el Capitolio durante los ataques sin mencionar el informe contradictorio de Richard Clarke, según el cual Myers estaba en el Pentágono y participó en la videoconferencia con Clarke (213-17).

84. Fracaso al mencionar la contradicción entre el testimonio de Clarke sobre los movimientos de Rumsfeld de aquella mañana y las declaraciones del propio Rumsfeld (217-19).

85. Omisión del testimonio del secretario de Transporte Norman Mineta ante la propia Comisión, testimonio según el cual el vicepresidente Cheney y las demás [personas presentes] en el refugio subterráneo habían sido advertidas a las 9h26 de que un avión se acercaba al Pentágono (220).

86. Afirmación según la cual los responsables del Pentágono no sabían que un avión se estuviera acercando a ellos antes de las 9h32, las 9h34 o las 9h36, o sea sólo minutos antes que el edificio fuera impactado (223).

87. Aceptación de dos versiones que se contradicen entre sí sobre el aparato que impactó el Pentágono: una que describe la ejecución de una espiral de 330 grados hacia abajo (un «picado a gran velocidad») y otra en la que no se menciona esa maniobra (222-23).

88. Afirmación según la cual los cazas provenientes de Langley, que supuestamente recibieron la orden de despegar rápidamente para proteger Washington del «vuelo fantasma AA11» no estaban en lo absoluto cerca de Washington porque fueron enviados hacia el océano por error (223-24).

89. Omisión de todas las pruebas que sugieren que lo que impactó el Pentágono no fue el vuelo AA77 (224-25).

90. Afirmación según la cual la FAA no informó a los militares sobre el desvío del vuelo UA93 antes de que este se estrellara (227-29, 232, 253).

91. Doble afirmación de que el NMCC no monitoreó la conferencia iniciada por la FAA y no pudo por consiguiente conectar a la FAA con la teleconferencia iniciada por el NMCC (230-31).

92. Omisión del hecho que el Servicio Secreto dispone de medios que le permiten tener conocimiento de todo lo que hace la FAA (233).

93. Omisión de toda investigación sobre las razones que llevaron al NMCC a comenzar su propia teleconferencia si, como dijo Laura Brown –de la FAA–, eso no forma parte del protocolo standard (234).

94. Omisión de toda investigación sobre por qué el general Montague Winfield no solamente fue reemplazado por un «bisoño» (a rookie), el capitán Leidig, como director de operaciones del NMCC sino que abandonó además el mando cuando estaba claro que el Pentágono se encontraba ante una crisis sin precedente (235-36).

95. Afirmación según la cual la FAA notificó (de forma errónea) al Servicio Secreto, entre las 10h10 y las 10h15, que el vuelo UA93 se encontraba todavía en vuelo y se dirigía hacia Washington (237).

96. Afirmación según la cual el vicepresidente Cheney no dio la autorización para disparar hasta las 10h10 (varios minutos después de la caída del vuelo UA93) y que esa autorización no fue transmitida a la fuerza aérea hasta las 10h31 (237-41).

97. Omisión de todas las pruebas que indican que el vuelo UA93 fue derribado por un avión militar (238-39, 252-53).

98. Afirmación según la cual [el zar del contraterrorismo] Richard Clarke no recibió el pedido de autorización de fuego hasta las 10h25 (240).

99. Omisión del testimonio del propio Clarke, que sugiere que este recibió el pedido de autorización de fuego hacia las 9h50 (240).

100. Afirmación según la cual Cheney no bajó al refugio subterráneo del PEOC [o CPOU (siglas correspondientes a Centro Presidencial de Operaciones de Urgencia]) hasta las 9h58 (241-44).

101. Omisión de los múltiples testimonios, entre ellos los de Norman Mineta [secretario de Transporte] ante la propia Comisión, testimonios según los cuales el [vicepresidente] Cheney se encontraba en el CPOU antes de las 9h20 (241-44).

102. Afirmación según la cual la autorización para derribar un avión civil tenía que ser otorgada por el presidente (245).

103. Omisión de informes según los cuales el coronel Marr ordenó derribar el vuelo UA93 y el general Winfield indicó que él mismo y otros [oficiales] esperaban en el NMCC que un caza alcanzara el vuelo UA93 (252).

104. Omisión de informes que indican que había dos aviones de caza en el aire a varios kilómetros de New York y tres a sólo 320 kilómetros de Washington (251).

105. Omisión del hecho que había por lo menos 6 bases militares con cazas en estado de alerta en la región noreste de Estados Unidos (257-58).

106. Aprobación de la afirmación del general Myers de que el NORAD había definido su misión solamente en términos de defensa contra amenazas dirigidas [hacia Estados Unidos] desde el extranjero (258-62).

107. Aprobación de la afirmación del general Myers de que el NORAD no había previsto la posibilidad de que un grupo de terroristas pudiera utilizar aviones de pasajeros secuestrados como misiles (262-63).

108. Fracaso en poner en perspectiva la significación del hecho, presentado en el propio Informe, o en mencionar otros hechos que prueban que el NORAD sí había efectivamente previsto la amenaza que podía representar la posible utilización de aviones de pasajeros secuestrados como misiles (264-67).

109. Fracaso en explorar la implicaciones de la cuestión de saber cómo pudieron influir la maniobras militares («war games») programadas para aquel día en el fracaso de los militares en los intentos por interceptar los aviones de pasajeros secuestrados (268-69).

110. Fracaso en discutir la posibilidad que el desarrollo de la Operación Northwoods haya favorecido los ataques del 11 de septiembre (269-71).

111. Afirmación (presentada para explicar por qué los militares no recibieron la información sobre los aviones secuestrados con tiempo suficiente para lograr interceptarlos) según la cual el personal de la FAA falló inexplicablemente unas 16 veces en la aplicación de los procedimientos normales (155-56, 157, 179, 180, 181, 190, 191, 193, 194, 200, 202-03, 227, 237, 272-75).

112. Fracaso en mencionar que la proclamada independencia de la Comisión se vio fatalmente comprometida por el hecho que su director ejecutivo, Philip Zelikow, era prácticamente miembro de la administración Bush (7-9, 11-12, 282-84). (ndt: era colaborador cercano de Condoleeza Rice)

113. Fracaso en mencionar que la Casa Blanca trató primeramente de impedir la creación de la Comisión [Oficial de Investigación sobre los Ataques Terroristas del 11 de Septiembre] y que obstaculizó después el trabajo de esta, como lo hizo al asignarle un presupuesto extremadamente restringido (283-85). (ndt: Presupuesto estimado en 15 millones de dólares cuando el film de ficción «Vuelo 93» de Paul Greengrass costó 18 millones y «World Trade Centre» de Oliver Stone costó CUATRO VECES MÁS, o sea 60 millones de dólares. En lo tocante al primer punto, la creación de la Comisión no se produjo hasta después de 441 días de los ataques y el presidente Bush propuso que fuera presidida por Henry Kissinger… para luego retractarse ante las violentas críticas de la opinión pública contra esa proposición.)

114. Fracaso en mencionar que el presidente de la Comisión, la mayoría de los demás miembros de la Comisión, y por lo menos la mitad del personal de la misma tenía serios conflictos de intereses (285-90, 292-95).

115. Fracaso de la Comisión, la cual se vanagloriaba de que la presentación de su informe final había tenido lugar «sin disensión», en mencionar que esto fue posible únicamente porque Max Cleland, el miembro de la Comisión más crítico en cuanto a la actuación de la Casa Blanca –juró incluso «que no sería cómplice de un tratamiento parcializado de las informaciones»–, tuvo que renunciar a su puesto dentro de la Comisión para poder aceptar un cargo en el Banco Export-Import y que la Casa Blanca dio a conocer su nominación para ese cargo únicamente después que las críticas emitidas por Cleland se hicieron especialmente directas (290-291).

Terminaré precisando que concluí mi estudio del texto que he dado en llamar «el informe Kean-Zelikow» escribiendo lo siguiente: Finalmente, el Informe de la Comisión Investigadora sobre el 11 de septiembre, lejos de evacuar mis dudas en cuanto a una complicidad oficial, no hizo más que confirmarlas. ¿Qué podría llevar a los responsables encargados de la redacción de ese informe final a montar una superchería de tanta envergadura si no el intento de enmascarar enormes crímenes? (291).
 PARTE 4

La Gran Mentira del 11S IV

Para terminar enlazo un Documental Alemán que habra sobre el 11S, sus irregularidades y mentiras. A partir de este momento es cosa de cada uno seguir informándose y contrastar. Un saludo!
Lobo
















Publicado por Kikoo2012 o Tadeitoo...2012 miércoles, 8 de septiembre de 2010

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